sábado, 24 de enero de 2009

Tal y cómo lo percibimos


Existe una vasta bibliografía sobre objetos que tanto pueden ser una cosa, como otra. Para Borges, el universo estaba en un sótano de un viejo café, o acaso en una antigua moneda llamada Zahir. No es incoherente pensar que Antares se encuentre donde menos lo esperamos.
Desde este silogismo, razonemos que no será esencial contar con nave alguna para llegar a esta supernova roja donde la Cofradía de la flor solar tiene pensado habitar para seimpre.
Aunque ahora que lo pienso, no será necesario cruzar el firmamento hacia confines astrales, acaso Antares esté tan cerca de cada uno de nosotros, que no podemos verlo...
Hasta puede ser ese órgano rojo que apenas percibimos a la distancia, en la boca de un soberbio tigre de Bengala. ¿Cómo tener alguna certeza desde que alguien afirmó que las cosas son como las percibimos o creemos que son?
De todas formas, comencemos por buscar nuestros objetos amados, por las dudas...

3 comentarios:

  1. entre lo poco que pude comprender en mi estadía en antares, fueron las palabras niña, caminos, salto de agua, espejo cóncavo, perfumes, calor. no sé sí pertenecía a un relato fundacional, o un relato de epopeya o un simple cuento de terror para niños, supongo que sabrás de que se trata y podrás desasnarnos, un beso

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  2. NO TENGO LA MENOR IDEA, LO SIENTO MUCHO

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  3. Mi estimado Sonoio:
    La cosmogonía de Antares no pertenece a ningún relato previo, ni epopeya ni simple cuento: son documentos chequeados por la CIA y se refieren a una civilización cuya construcción la puede hacer cualquier humano que sienta alguna de las simplezas a que aludo en el primer post, es decir, en el último de este blog, titulado ASI SOMOS.
    Espero toleres de buen ánimo estas desmesuras insolventes de quien no aprendió todavía a 'escribir'. Un abrazo fraterno.

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